De niños a marcianos: ¡Está hormonal!

Llegó la pubertad a nuestros hijos y, como dijimos en el artículo De niños a marcianos: cambió su cuerpo, nuestros peques no sólo se ven diferentes, sino que actúan diferente. Desde hace años se ha creído que estos cambios se deben a que empiezan a circular en su cuerpo las hormonas sexuales, y en parte es cierto, pero no es la única razón.

Es muy cómodo y fácil echarle la culpa de lo que no nos gusta a lo que parecería evidente y qué mejor que decir que nuestro marciano ¡ya está hormonal!

Sin ningún tacto lo decimos sobre todo cuando lo vemos enojado, enamorado o simplemente cuando nos saca de onda con sus nuevas actitudes. A los adolescentes les choca -y con toda razón- que usemos frases como esas porque están lidiando con toda la incomodidad que los cambios les generan (el cambio en su cuerpo, en su forma de pensar, sensaciones nuevas, etc.) y porque generalmente frases como “ya está puberto”, “está hormonal”, en el contexto que las usamos tienen una connotación negativa o despectiva y, por si fuera poco, se las decimos a ellos en los peores momentos o se las decimos a otras personas estando ellos presentes, pero como si no lo estuvieran. Imagínate cómo te sentirías si tu pareja le dice a un amigo algo como “es que está en sus días” acompañado de una mueca, que da a entender que no haga caso de lo que haces o dices y evidentemente estando tú junto a ellos escuchando el comentario. Por supuesto que a nadie nos gustaría vivir algo así ¿cierto? Entonces, seamos cuidadosas con nuestros comentarios de nuestros hijos adolescentes.

Pues bien, es cierto que la producción de las hormonas sexuales aumenta durante esta etapa y se pueden ver sus efectos más inmediatos en los cambios que refleja su cuerpo. Sin embargo, diversos estudios recientes muestran que el cerebro del adolescente tiene cambios muy importantes durante esta etapa y que funciona de manera diferente al de los adultos y al de los niños.

En los adolescentes, la forma de sentir y de pensar, los cambios en sus actitudes tienen que ver con varios factores entre los que se encuentran: los cambios en el cerebro, la producción de hormonas sexuales, el tipo de educación recibida y sus relaciones con otras personas.

Si entendemos los cambios que se dan en su cerebro podremos comprender mejor a nuestros marcianos, engancharnos menos, tener más certeza cuando pongamos límites y buscar la forma de tener una buena relación con ellos.

Hablar sobre los cambios y el funcionamiento del cerebro adolescente nos podría llevar mucho tiempo, es apasionante pues significa entender por qué hacen lo que hacen. Sin embargo, poco a poco iremos profundizando en el tema. Por lo pronto quiero dejarte con información sencilla, clara y fácil de entender.

Lo primero que quiero que sepas es que es normal que tu hijo te diga que no tiene sueño a la misma hora que antes, que no se puede dormir a las 8 o 9 de la noche

Esto es porque en esta etapa cambia el horario de la producción de la melatonina, que es una hormona que nos ayuda a conciliar el sueño. Por lo general, en esta edad la melatonina empieza a producirse alrededor de las 9 o 10 de la noche, lo que quiere decir que tu hijo no tendrá sueño sino hasta las 10 u 11 pm. ¡Él no tiene la culpa de esto, nadie la tiene! En la mañana los adolescentes duermen hasta tarde justamente por lo mismo, como la melatonina empezó a producirse más tarde, para las 6, 7 u 8 de la mañana todavía hay mucha circulando en su cerebro. Es por eso por lo que si los despiertas para ir al colegio temprano parece como si despertara su cuerpo, pero como si estuvieran en automático, es como si su cerebro siguiera dormido. No le pidas imposibles a tu hijo mientras está así, es pésima idea decirle lo que hizo mal el día anterior, o tratarle de sacar plática en el desayuno y esperar que te conteste con algo más que un monosílabo. Dale chance que sea más tarde y tendrás mejores resultados.

Esperar que actúen alertas cuando su cerebro está todavía bajo los efectos de la melatonina es pedirles algo que no pueden hacer. A todos les pasa, te cuento una anécdota. El día de mi cumpleaños, como todas las mañanas desperté a mi hijo de 15, lo acompañé a desayunar y lo llevé al colegio. Por supuesto que esperaba que me felicitara. En el chat de los primos comenzaron las felicitaciones, alguien preguntó si mis hijos me habían despertado temprano para cantarme las mañanitas. Por supuesto que me carcajee. Les contesté que la de 18 me había felicitado y el de 15 no, pero que era suficiente con que hubiera llegado peinado a la escuela, que seguramente cerca del mediodía recibiría un mensaje de felicitación, pero necesitaba despertar su cerebro y no solo su cuerpo. Tal cual así fue. Después de las 12:00 pm recibí una felicitación linda de su parte. Nadie hizo dramas y si me hubiera hecho mucha falta la felicitación temprano pues le hubiera tenido que recordar que era mi cumpleaños y que me felicitara, no dejárselo a él.

Otra cosa que solemos notar en nuestros chavos es que TOOOODO se les olvida.

Si les pedimos que nos llamen cuando lleguen a algún lugar probablemente nos quedemos esperando esa llamada que no llegará. Si les pedimos que hagan algo en casa nos contestan con un “ahorita voy” y nada mas no hacen nada, para colmo y como si quisieran desquiciarnos, cuando les recordamos lo que les pedimos su respuesta puede ser: “no me grites, que no me lo habías pedido” o un “ya ahorita voy”, pasa tiempo y siguen sin hacer eso que se les pidió hasta que todo termina mal, ambos enojados y reprochando cosas que muy probablemente no tienen nada que ver con el tema. Asumimos que son flojos y que no les importa lo que nosotros les pedimos. Incluso a algunos es literal que se les olvida que tienen tarea y se acuerdan tardísimo en la noche o no se acuerdan. Pues bien, una de las razones por las que pueden pasar este tipo de situaciones tiene que ver con la memoria prospectiva.

La memoria prospectiva es la capacidad que tenemos de recordar cosas que hay que hacer en un futuro. En los adolescentes esta función del cerebro parece no desarrollarse al mismo ritmo de su crecimiento. Es como si se quedara en pausa durante algunos años y posteriormente va aumentando paulatinamente hasta que aproximadamente a los 20 años vuelve a ser eficiente.

Es por esto por lo que se considera normal que a los adolescentes se les olviden muchas cosas, evidentemente no se les olvidará lo que para ellos sumamente importante. Seamos honestas, lo que es verdaderamente importante para nosotras tampoco lo olvidamos. Si tu hijo no te llama cuando queda en hacerlo, si te pide algo en el último momento porque se le había olvidado, si no hace inmediatamente lo que le pediste, ¡Es normal!, es culpa de la memoria prospectiva en pausa, no necesariamente es mala voluntad.

Por eso a los adolescentes hay que recordarles continuamente todo. ¡Todo es todo! No les dejes a su memoria las cosas que te importan que sucedan. Usa otras estrategias empezando por los recordatorios de forma amable. Si necesitas saber si llegó bien al lugar a donde iba con sus amigos, llámale tú o escríbele, su obligación es responderte. Si le pides algo y te dice “ahorita”, pídele de forma amable que lo haga en ese momento porque ahora ya sabes que es muy probable que si no lo hace se le olvide. No le va a gustar que se lo digas ni incomodarse para hacer algo que no quiere, probablemente te hará una mala cara, volteará los ojos, escucharás un “ashhh”. No te enganches y solamente dale las gracias por hacerlo.

Así es que ya sabes...Hay más explicación para todos los cambios de tu hijo que solamente hormonas sexuales circulando en su cuerpo.

Se prudente con tus comentarios, evita decirles que son pubertos, aborrescentes, que están hormonales o cualquier frase de ese tipo con una connotación negativa o despectiva.

No les pidas imposibles, ni van a tener sueño temprano en la noche, ni van a estar bien despiertos y dispuestos temprano en la mañana, recuerda que a esa hora despertó su cuerpo, pero su cerebro sigue dormido. Están en automático y no es buen momento para tener conversaciones con ellos. En la medida de lo posible déjalos dormir los fines de semana.

Es normal que se les olviden las cosas, usa diferentes estrategias para recordarles lo que es importante y que sigan desarrollando su memoria prospectiva. No te enganches.

MARY CARMEN CERVANTES

ENERO 2022

Mary Carmen