Trastorno sensorial

Te ha pasado que tus hijos son especiales para ponerse cierta ropa, que les pica todo, les incomodan los cuellos largos, las etiquetas ni se diga.  O tal vez, sean sensibles para ciertos ruidos; la licuadora, la aspiradora, ir a fiestas es casi imposible por el escándalo de tantos niños. Y la comida es un tema; no quieren comer ciertos alimentos, no soportan algunos olores y de las texturas ni hablamos.  

Pues sí, a mí como mamá me pasó, no entendía que les pasaba o porque se comportaban de esa forma. Fue entonces que supe acerca del trastorno sensorial.

Aquí te platico de lo que se trata.  Los trastornos sensoriales, son trastornos del neurodesarrollo. No existe como trastorno único, siempre va asociado junto con alguna otra comorbilidad.  

Son fenómenos asociados a los sentidos; olfato, tacto, vista, gusto y audición. Es a través de los sentidos que tenemos la información acerca de nuestro cuerpo físico y también el cómo nos relacionamos con el medio ambiente.  Cuando hay este tipo de trastorno se ve afectado alguno de estos sentidos. No tiene que ver con receptores, sino con la integración del sistema nervioso central, en la manera como regula estos sentidos.

“Si el cerebro no hace un buen trabajo para integrar las sensaciones, esto interferirá con muchas cosas en la vida, debido a que habrá esfuerzo y dificultad y menos éxito y satisfacción.”*

Los dos principales sistemas que van muy correlacionados es el vestibular y el de propiocepción.

  • El sistema vestibular se encuentra en la parte interna del oído, está relacionado con el equilibrio y el control espacial.
  • La propiocepción es la capacidad que tiene nuestro cerebro para decirnos la posición de nuestro cuerpo, tiene que ver con el fenómeno motor. Para que yo me pueda mover, tengo que sentir.

Hay algunos niños que son hipersensibles (sienten demasiado) y otros hiposensibles (tienen poca sensibilidad).

Algunos ejemplos de situaciones con niños que padecen este trastorno:

Incapaces de tolerar ruidos moderados (camiones, licuadora, aspiradora, claxon, ambulancias, música)

  • Negarse a poner cierta ropa, les molestan las etiquetas, los cuellos altos, ciertas telas, los calcetines, etc..
  • Son muy selectivos en su alimentación, a veces es por medio del olfato que deciden qué comer y qué no, prefieren algunas consistencias en la comida, no toleran otras.
  • Subirse a columpios, o a algún otro juego del parque, jugar con ellos a aventarlos y cacharlos, es problemático.
  • Algunos no miden su fuerza y pueden ser bruscos, pellizcan, o a la hora de darte un abrazo te pueden golpear.
  • Pueden tener problemas de control de esfínteres, porque no sienten la fuerza de sus músculos.
  • Algunos se irritan al sentir el tacto de otra persona.

Cada niño es diferente y cada caso es diferente.

A lo largo de su vida se va modulando con la edad, siempre y cuando no sea un trastorno severo.

Muchos pueden tener problemas de aprendizaje, al tener problemas motrices no miden la fuerza para agarrar el lápiz, por lo que la escritura se les puede dificultar.

Generalmente el trastorno sensorial provoca temas de ansiedad; tu hijo puede percibir que algo no esta bien, sin embargo, no puede hacer algo al respecto.  

Es fundamental llevarlos a una valoración terapéutica y neurológica, ya que no hay ningún estudio que demuestre si el niño padece de este trastorno.

TIPS

El ejercicio diario es conveniente, por lo menos 30min.

Es mejor si hacen algún deporte individual; como natación, karate, gimnasia, ballet. El deporte en equipo se les puede dificultar, ya que tienden a tener problemas de coordinación y esto puede generar a que fallen o no sean tan buenos, y si el deporte es en equipo pueden sentirse presionados, apenados, y a larga que les afecte en su autoestima.

No hay fármacos para este padecimiento, sin embargo; es muy importante ver qué otro trastorno puede tener asociado para trabajarlo de igual forma.  

Con relación a alimentación, es primordial trabajar con el fenómeno sensorial para que puedan empezar a comer mejor. Es recomendable respetar sus gustos, hay algunos que no toleran la fruta, su olor, la textura. No hay que forzarlos, se puede compensar siempre con algún otro tipo de alimento.  

Existen ciertas terapias que les ayudan mucho y son como terapias de juego. Trepan, escalan, avientan costales, brincan, saltan. Se divierten mucho.   

Lo más importante es entender que no es por payasos o berrinchudos que no aguantan ciertas cosas, hay que entenderlos y ayudarlos porque ellos son los primeros en pasar por un mal rato. Poco a poco junto con la terapia y ayuda que reciban se irán adaptando para que puedan tener un mejor desarrollo.

En de mamás a mamás queremos apoyarte, recordarte que no estás sola, muchas hemos pasado por esto y lo más importante es que tiene solución. Lo principal es darnos cuenta que tiene nuestro hijo y sobre eso trabajar con ellos.

Daniela Aymes

Marzo, 2022.

*La integración sensorial y el niño. A. Jean Ayres Ed. Trillas pag. 17       

Daniela Aymes